Revolución burguesa es el nombre que reciben los procesos históricos que permitieron la imposición del modo de producción capitalista.
Se ha identificado con la Revolución industrial inglesa y la Revolución política francesa, que se desarrollaron a lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII y primera mitad del s. XIX y supusieron la ruptura con el antiguo modo de producción feudal, sustituyéndolo por el modo de producción capitalista. La proletarización y la acumulación de capital-dinero en Europa y América sentaron las bases para la configuración de una sociedad conformada en torno a la burguesía industrial. La hegemonía de las relaciones de producción capitalista permitió a la burguesía la toma del poder político.