La noche de los cristales rotos (Kristallnacht) fue un pogromo coordinado y llevado a cabo por los nazis contra los judíos y sus bienes en Alemania, Austria y los Sudetes (9-10 de noviembre de 1938).
El nombre es una referencia a los vidrios rotos de los escaparates de propiedad judía que fueron atacados. Usando como pretexto el asesinato de un diplomático alemán en París, Goebbels instó a las tropas de asalto del régimen para organizar represalias violentas. El ataque, perpetrado por las SA, las Juventudes Hitlerianas y parte de la población civil, terminó con al menos 91 judíos muertos, cientos de heridos, 30.000 deportados, y 7.500 empresas y más de 1.000 sinagogas destruidas.